En muchos sectores imprimir con ABS ha pasado a ser la primera opción para crear piezas que tienen propiedades muy interesantes y que no es posible obtener utilizando otro tipo de filamento.
Cabe resaltar que el ABS no es un filamento sencillo de imprimir, tiene sus peculiaridades, también hay que tener en cuenta que los humos que emite al ser trabajado pueden ser tóxicos, por lo que es necesario usar la máquina es un espacio ventilado.
Por todo ello, en este post te doy algunos consejos para que imprimas con filamento ABS como un profesional.
¿Qué encontrarás en esta guía?
Cómo imprimir con ABS
Una de las primeras cosas que debes conocer muy bien al empezar a trabajar con ABS es la temperatura idónea a la que se debe imprimir este tipo de material. Por sus características es necesario controlar muy de cerca este aspecto, siendo lo más recomendable comenzar con unos 240ºC.
Partiendo de esta temperatura inicial y dependiendo de las características de la pieza que vayas a imprimir puedes ir regulando la temperatura en un rango de + – 5ºC hasta conseguir la fluidez de impresión adecuada.
Para la correcta impresión de filamento ABS es necesario tener encendida la cama caliente.
La velocidad de impresión que debes configurar dependerá del tipo de impresora 3D y de las características de la pieza a imprimir. Como norma general para conseguir una buena calidad de impresión y reducir la aparición de posibles problemas, te recomiendo que esté entre un rango de 30 y 60 mm/s posteriormente puedes ir regulándola.
Para el inicio de la impresión debes prestar mucha atención a la primera capa de filamento depositada sobre la plataforma de construcción. Si se levanta o deforma, tendrás un problema que será casi imposible de resolver. Por eso, es esencial que te asegures de que la base de construcción esté calibrada de manera correcta y con un nivel de adherencia adecuado.
Un alto nivel de temperatura de extrusión, aumenta las posibilidades de que aparezcan cuerdas entre las partes separadas. Estos hilos resultan del goteo de plástico que sale del extrusor. Si deseas corregir este problema, será necesario que disminuyas la temperatura poco a poco y de forma gradual hasta verificar que el filamento no sea tan líquido.
Ahora bien, si el calor es muy bajo, el filamento ABS no se unirá a la capa anterior. Además, la textura de la superficie será más áspera y menos resistente. La solución a este problema es, aumentar la temperatura de la boquilla cada vez que se deposita una capa hasta observar que los segmentos estén alineados y fuertes.
Por último, no descuides la forma de almacenar los filamentos. El lugar donde se guardará el material debe estar seco y a ser posible en una bolsa hermética. Todo ello, con el fin de garantizar la calidad de la impresión. Asimismo, esto evita en parte las deformaciones y levantamiento que produce la humedad. A diferencia del PLA, el ABS no absorbe agua; sin embargo, no hay que subestimar los efectos que puede generar el contacto con ella.

Qué configuración aplicar para imprimir con ABS
En el apartado anterior has podido conocer algunos detalles sobre la temperatura adecuada y otros puntos de configuración para la correcta impresión de ABS. Pero ahora quiero mostrarte otros detalles que también son importantes. Ya que dependiendo del tipo, marca y calidad del filamento con el que vas a trabajar tendrás que ir modificando los valores predeterminados en un inicio.
Cómo norma general el rango de temperatura para imprimir un filamento ABS siempre se recomienda que esté entre 220 – 260ºC. Sin embargo, dependiendo de las piezas, ese nivel se puede incrementar o disminuir levemente y de forma gradual con el fin de mejorar la impresión.
Ahora bien, el extremo caliente de tu hotend no debe estar por encima de los 240ºC si tiene teflón.
Para la altura de capa, no debes sobrepasar el valor del diámetro de la boquilla. Entre un 25% y 75% del diámetro del nozzle puede ser el parámetro correcto para imprimir sin problemas.
En cuanto a la anchura de extrusión quizá interese aumentar el valor por defecto de 120% que aplican los programas de corte. Conseguirás una mejor unión entre capas.
Ten en cuenta que el ABS tiene unas características que limitan y complican el fácil uso de este material. Entre ellas su alta contracción térmica y la dificultad de adhesión aún, estando fundido.
Es por ello que la cama caliente favorecerá la adhesión adecuada de las capas y mejorará el acabado del producto. Por este motivo es indispensable que la tengas activa al imprimir este tipo de material, y en un rango de temperatura que oscile entre los 80ºC y 100ºC, siempre dependiendo del tipo y tamaño de pieza a imprimir.
Aunque imprimir con ABS no es tan sencillo como con otros filamentos, aplicando una correcta configuración de temperatura y ajustando los distintos parámetros necesarios, conseguirás dominar su impresión sin demasiados problemas.